“En todas las devociones que conciernen a la humanidad santísima de Jesucristo, dice el P.de Gallifet, hay siempre doble objeto: El uno sensible y corporal, y el otro invisible y espiritual, que están unidos entre sí y son honrados indivisiblemente; el objeto espiritual comunica su dignidad al objeto corporal; pero el objeto corporal y sensible tiene de peculiar que da su nombre a la devoción. “
El doble objeto ante la devoción al sagrado corazón fue claramente indicado a Santa Margarita-María por nuestro Señor cuando descubriendo la su corazón, le dijo:
“¡Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres!”
1. ¿Cuál es el objeto material de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?
El objeto material o sensible es el corazón mismo de nuestro Señor Jesucristo. Dice la Santa:
“Mi divino Salvador me ha asegurado que tiene singular placer en ser honrado bajo la figura de su Corazón de carne, a fin de ablandar por este objeto el corazón y sensible de los hombres.”
En una visión del 2 de julio de 1688, mostrando la Santísima Virgen a su sierva el corazón de Jesús sobre un trono de llamas, le dijo: “Mira Este precioso Tesoro que te ha sido manifestado particularísimamente. El divino Sol de justicia le ha formado en la tierra virgen de mi corazón. “
“Es evidente, dice el P. de Gallifet, que se trata del Corazón de Jesucristo en su significación propia y natural, y de ninguna manera en sentido simbólico. Esto nos da a entender la acción de nuestro Señor y de la Santísima Virgen, mostrando con el gesto este Corazón sagrado.”
He aquí, pues, el objeto sensible de la devoción; de aquí toma su nombre la devoción al Corazón de Jesús.”
2. ¿Cuál es el objeto espiritual de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús?
“Aunque esta devoción tiene el título de devoción al Sagrado Corazón de Jesús, escribe el P.Croiset, sin embargo, no se reduce a honrar el Corazón de carne. Este divino Corazón, considerado de esta manera, no es más que el objeto sensible. El objeto principal es el amor inmenso que Jesucristo nos tiene. Pero como este amor es espiritualismo, ha sido preciso buscar un símbolo para hacerla sensible. ¿Y qué símbolo más propio del amor que el corazón? …”
“El objeto espiritual y particular de esta devoción, escribe la hermana Joly, contemporánea y auxiliar de Santa Margarita María es el amor inmenso del corazón de Jesús, amor que le llevó entregarse por nosotros a la muerte y darse entero en el Santísimo Sacramento del Altar; sin que todas las ingratitudes, negligencia, tibiezas, irreverencias, incredulidades, injurias, oprobios y ultrajes que en este estado de Hostia inmolada recibiría hasta el fin de los siglos, y que conocía perfectamente, fueran capaces de impedir a este Corazón tan amante exponerse a los insultos y a los oprobios de los hombres, para demostrarnos el exceso de su amor, dándose a nosotros. Todas las agua de nuestros pecados no han podido disminuir las llamas de la caridad de este Corazón divino”.
Nuestro Señor ha señalado claramente este objeto con las siguientes palabras:
“Mira este Corazón que tanto ama de los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles su amor.”
“Al corazón de carne, dice el P. Terrien, es necesario añadir como objeto el amor. Lo que no impide considerar el amor de nuestro Señor como motivo de la devoción al Sagrado Corazón. Este amor es lo uno y lo otro en esta devoción. Que es el objeto propio lo declara la Congregación de Ritos en su decreto de 1765, al instituir la fiesta del Sagrado Corazón: “El Soberano Pontífice Clemente XIII, dice, justamente deseoso de ver a los fieles honrar con mayor fervor la divina caridad de Cristo bajo el símbolo del Sagrado Corazón, ha concedido la celebración de esta fiesta. “
Del libro “Reinado del Sagrado Corazón”