El 19 de Mayo de 1693, se conceden gracias espirituales a los que visitar en las iglesias de la orden de la visitación el viernes inmediato a la octava del Corpus. Repárese en el día, que, andando en el tiempo, había de estar dedicado al Sagrado Corazón.
Residía entonces en Roma el Cardenal de Forbin-Janson, como representante de Luis XIV ante la sede apostólica. Su Hermana, María Clara del Forbin-Janson, religiosa visitadiana del monasterio de Forcalquier, pidió a su hermano que procurase alcanzar del Papa Inocencio XII algunas gracias espirituales en favor de la nueva devoción. El Papa accede gustoso.
En el breve no se menciona expresamente la devoción al Sagrado Corazón; mas todo el mundo lo interpreta en sentido obvio, ora por la petición, ora por el día indicado en el documento pontificio, íntimamente relacionado con los deseos del Señor Manifestados a Santa Margarita María de Alacoque. No pocos Obispos, en cuyas diócesis estaban enclavados monasterios de la visitación, así lo entienden y permiten celebrar en las capillas de los mismos la solemnidad del Sagrado Corazón con Misa y oficio propio; creen, sin embargo, que se trata de una fiesta otorgada a la orden mencionada, no a las diócesis.
Para disipar toda duda y alcanzar una declaración explícita del asunto, se acude nuevamente a Roma. Se trata este en la S. C. de ritos, y se consiguió una rápida y más concreta concesión, aunque no del todo satisfactoria, como vamos a ver.
Año 1697
Sobre la institución de la fiesta del sagrado corazón de Jesús el viernes después de la octava del corpus
Súplicas: fueron elevadas al Sumo Pontífice por la orden de la visitación de nuestra Señora, meritísima como la que más en el celo de propagar el culto o al sagrado corazón, sirviéndose de María, reina de Inglaterra.
Relator de la causa: El Cardenal de Janson.
Estudio del asunto o hecho por la Sagrada Congregación de ritos:
- Memorial del perito o Frigidiano Castagnori:
- La divina providencia ha reservado principalmente para estos tiempos el conocimiento y práctica del culto debido al Sagrado Corazón de Jesús.
- Dios se ha servido muy principalmente de la orden de la Visitación de nuestra Señora.
- A estas religiosas apoya con su autoridad, ante la Santa Sede, María, Reina de Inglaterra.
- Apoya la institución de la fiesta, ora en razones intrínsecas, como es el objeto de la devoción al Sagrado Corazón, ora con razones extrínsecas, como es la autoridad de las Sagradas Escrituras, de los SS. Padres, de los Santos y de los teólogos.”Hanc ipsam devotionem sacrae litterae insinuant.”
- Conclusión: “ De consiguiente, como de lo expuesto resulte claro, que se debe un especial culto al Sacratísimo Corazón de Cristo, asiento y fuente de amor, para recordar sus innumerables beneficios, según se lo han tributado con sobrada razón tantos eximios Santos, parece que debe ser atendida la piedad de las monjas de la visitación (muy particularmente pidiendo lo lavarse lentísima María, Reina de Inglaterra), de que se celebre en sus iglesias la suplicada fiesta.”
Al tratar el perito del objeto y fin de la devoción al Sagrado Corazón, y, por consiguiente, del objeto y fin de la fiesta, copia al P. Croiset.
- Reparos del promotor de la Fe, Prosperó Bottini:
- Aunque la súplica es muy piadosa; y es muy fervorosamente apoyada por la reina de Inglaterra; y las razones aducidas en el memorial parece muy claras y eruditas;
- Sin embargo de eso, ofrece no pequeña dificultad hace la introducción de nuevas festividades, y no se tiene por sólido fundamento de la misma el que la Santa Sede haya favorecido con indulgencias las cofradías del Sagrado Corazón.
- Réplica del postulador de la causa:
El único reparo que opone el promotor de la fe es la novedad. Ahora bien no parece que pueda esta ser una dificultad; porque,
- “non sit novitas molesta, quae proba est”
- “novitas dúplex ese potest, detestabilis alia, commendabilis alia”
- “apertissimun, subinde multus ritus novos singulid prope saeculis ese inductos”
- “Daemon nova quotidie invenit, per quae homines in mala incidant; ideo decet Eclesiam nova inducere festa,per quae ad agenda bona excintentur”
- El la autoridad de San Bernardo, aducida por el promotor de la Fe, no vale; porque se refiere el Santo a la fiesta de la Inmaculada Concepción, misterio entonces oscurísimo, no a la devoción al Sagrado Corazón, que la saboreaba él deliciosamente; y reprueba la introducción de fiestas nuevas con autoridad privada, cosa que aquí no hace al caso, pues se acude a la suprema autoridad, dejando a un lado el propio parecer.
- Los cánones y las autoridades citadas por el promotor de la Fe no tienen consistencia, pues tratan de la introducción de fiestas por iniciativa particular, y aquí se acude al autoridad competente.
- La protección prestada por la Santa Sede a las cofradías del Sagrado Corazón no se aduce como razón que por sí sola convenza, pero sí es una buena congruencia en favor del culto debido al mismo corazón deífico.
- Desenlace o resolución tomada
S.R.C, 3 de abril de 1697
Concesión de la Misa de las “Cinco Llagas” a la Orden de la Visitación.
Concede a toda la orden de la visitación la Misa de las cinco llagas de Cristo para el viernes inmediato a la octava del Corpus Christi. 30 de marzo de 1697.
El Sumo Pontífice tuvo por buena esta resolución el día 3 de abril de 1697.
Sigue, pues, la sagrada congregación un camino intermedio:
- Consagra ya, diríamos, el día, el viernes inmediato después de la octava del Corpus Christi.
- Implícitamente concede festejar de alguna manera al Corazón de Jesús; porque entre las llagas veneradas está la del Costado de Cristo. y, Quit vulnus Cordis nisi y Cor vulneratun? Prácticamente el pueblo fiel consideró ese día como fiesta del Sagrado Corazón.