Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús día 14

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA13

Día 14  de Junio: Triángulo de amor y conocimiento

Pasaje evangélico:

“Como el Padre me amo, así yo también os he amado. Permanece vosotros en mi amor… Las cosas que yo os digo son las que me ha dicho mi Padre, pues yo soy su enviado, Él me manda que he de decir y manifestar” Juan 15, y 12,49-50.

Oración diaria:

Me impresiona saber qué me amas con el mismo modo con que llama a Ti el Padre. Es increíble que profundidad insondable la de este amor. ¿Y puedo a si yo temer algo? He de vivir en total seguridad, paz, alegría y felicidad. Por Ti no hay problemas. Los  obstáculos los encontraré en mí y en los hombres que hacemos el mal. Por eso tú eres mi fuerza, mi ánimo, y retaguardia viviré tranquilo sin enemigos a espalda. Sólo me queda pagar tu amor con amor, aunque el amor que te tenga también será un don tuyo. Permaneceré en  tu amor con mi seguridad en Ti, con la proclamación de tu bondad y con el servicio amoroso a mis hermanos, los hombres.

 

(petición )

 

Pensemos en algún devoto del Corazón de Jesús:

Santa Faustina Kowalska: da un nuevo auge y enriquece la devoción al Sagrado Corazón. Fue una religiosa polaca a la que se le apareció el Corazón de Jesús entre 1931 1930 le dijo: “dibuja un cuadro según me estás viendo, con la invocación: “JESÚS, CONFIO EN TI”. Y le explico: “los rayos que salen de mi Corazón recuerdan la herida de mi Costado. La palidez del agua purifica las almas. El rojo de la sangre da la vida”. El Señor La hizo catorce revelaciones. Le pide que difunda la devoción a su Misericordia, que se celebre una fiesta a esa Misericordia divina visión y  se le implore a  las tres de la tarde “Hora de su Misericordia”.

Oración de todos los días: “de San Ignacio de Loyola“

 

Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria, mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno.

Todo es vuestro.

Disponed a vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y gracia,

Que esto me basta.

(San Ignacio de Loyola. En los ejercicios espirituales, Manresa, 1522 y Roma, 1544)

Consagración al Corazón de Jesús:

De la célebre oración que hizo Santa Isabel de Trinidad de 1904:

“¡Oh, Dios mío, Trinidad que adoro!, Ayudadme a olvidar mi enteramente para establecer me den Bosch, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz ni hacerme salir de Vos, ¡Oh, mi Inmutable!¡Oh Verbo eterno, palabra de mi Dios! Quiero pasar mi vida escuchándoos. Quiero hacerme toda discente para aprenderlo todo de Vos. Después, a través de todas las noches, de todas las unidades, de todas las impotencias, quiero fijarme siempre Vos y permaneceré bajo vuestra gran luz. ¡Oh mi astro amado!, Fascina, para que yo ya no pueda salir de vuestros resplandor … Inmensidad donde me pierdo. Yo me entrego amos como una presa; sepultaos en mí para que yo me sepulte en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestra grandeza”.

Cantó final:

Christus vincit, Christus regnat…

Llama de amor de San Juan Eudes: “Escuchadme, oh gran hoguera de amor. Es una humilde brinda la que pide con humildad e insistencia vese abismal a, absorbida, perdida, devorada y consumida en tu sagrada llamas de amor para siempre”.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.