Máximas Santa Margarita María de Alacoque, 18-24 noviembre

Día 18.

Nuestro amable Salvador mortifica y vivifica

cuando y como le place, sin que nos sea

lícito preguntarle el por qué: debe bastarnos el

que lo haga, porque así es su beneplácito, al que

debemos someternos amorosamente.

Día 19.

 Cuando se trata de la salvación eterna,

es preciso sacrificarlo todo, sufrirlo todo y

abandonarlo todo. Por más que Dios quiera

salvarnos, quiere que contribuyamos por nuestra

parte; de lo contrario, no hará nada sin

nosotros.

Día 20.

Tened ánimo: vuestras penas, sufridas –

con paciencia, valen mil veces más que todas

las austeridades: esto es lo que Dios quiere de

vosotros al momento.

Día 21.

 El divino Corazon no os abandonará

nunca: antes tendrá un cuidado particularísimo

de vosotros si os abandonáis y confiáis en Él en

cuantas ocasiones se trate de su gloria y de

probarle vuestro amor.

Día 22.

Cuando os sobrevenga cualquier pena,

mortificación o aflicción, decid: Toma lo que el

Sagrado Corazon de Jesús te manda para unirte

á sí.

Día 23.

Procura conservar la paz del corazon,

que vale más que todos los tesoros imaginables:

el mejor medio de conservarla es el tener

ya voluntad, sino poner la del Sagrado Corazon

en lugar de la nuestra.

Día 24.

 El adorable Corazon de Jesús suplirá

cuanto pueda faltaros, si os abandonáis a Él;

porque Él amará a Dios por vosotros, y vosotros

le amareis en Él y por Él.