Máximas Santa Margarita María de Alacoque, 23-31 de diciembre

Sagrado Corazón de Jesús

Día 23.

 Para honrar la vida de sacrificio de Jesús,

uniréis y ligareis vuestro espíritu al suyo; que el

amor tiene inmolado como víctima de la divina

justicia para sacrificarse a cuánto hay de más

doloroso, pobre, vil y abyecto. Nueve genuflexiones,

diciendo en cada una: £t Verbum caro

factum est.

Día 24.

 Para honrar la vida de abandono, mediante

la cual el amor tiene á Jesús como aniquilado,

oculto y desconocido del mundo, tendréis

vuestra voluntad y todos vuestros afectos

aniquilados en los de Jesús, con entera sumisión

y adhesión a su divino beneplácito. Cinco

prácticas de humildad.

Día 25.

 Tendrás por gerencia tuya el Sagrado

Corazon de Jesús, en el cual lograrás amor de

hijo para con Dios, de padre para con el prójimo,

y de juez para contigo mismo.

  1. Tu herencia será la llaga de la mano derecha

de nuestro Señor, de la que tomarás con

qué satisfacer por todos los defectos de caridad

y de pureza de intención.

Día 27.

 Vuestra herencia será Jesús Sacramento,

donde encontrareis un maná escondido que os

infundirá hastío de todas las cosas de la tierra,

á las cuales preferiréis la vida oculta y sacrificada

de Jesús en el Sacramento.

 

Día 28.

 Vuestra herencia será el jardín de las

Olivas con Jesús entristecido hasta la muerte,

que será el tesoro para pagar vuestras falsas alegrías.

Su oración servirá para reparar el tiempo

en las vuestras, y para obtener la gracia del don

perfecto de oración y unión con Dios.

Día 29.

 La humildad hará reinar á Jesús en vuestros

corazones y os conservará en su amistad:

la pureza de corazon y de intención os hará

objeto de sus amorosas complacencias.

Día 3o.

 La caridad os hará reinar en el divino

Corazon de Jesús; pues no hay que forjarse ilusiones,

no somos al presente más que bosquejos

manchados, y es necesario que nos esmeremos

en limpiarnos y perfeccionarnos.

Día 31.

He aquí el reto que os propongo para el

año nuevo. Consiste en tres prácticas: la primera,

pureza en nuestras intenciones; la segunda,

humildad de corazon en todas nuestras acciones;

la tercera, humildad sin mezcla de propio

interés en nuestras pretensiones.

El Sagrado Corazon no quiere que os fije el

número de estas prácticas: lo deja al ardor de

nuestro amor, y por él quiere conocer quién es

el que más le ama.