Día 23.
Para honrar la vida de sacrificio de Jesús,
uniréis y ligareis vuestro espíritu al suyo; que el
amor tiene inmolado como víctima de la divina
justicia para sacrificarse a cuánto hay de más
doloroso, pobre, vil y abyecto. Nueve genuflexiones,
diciendo en cada una: £t Verbum caro
factum est.
Día 24.
Para honrar la vida de abandono, mediante
la cual el amor tiene á Jesús como aniquilado,
oculto y desconocido del mundo, tendréis
vuestra voluntad y todos vuestros afectos
aniquilados en los de Jesús, con entera sumisión
y adhesión a su divino beneplácito. Cinco
prácticas de humildad.
Día 25.
Tendrás por gerencia tuya el Sagrado
Corazon de Jesús, en el cual lograrás amor de
hijo para con Dios, de padre para con el prójimo,
y de juez para contigo mismo.
- Tu herencia será la llaga de la mano derecha
de nuestro Señor, de la que tomarás con
qué satisfacer por todos los defectos de caridad
y de pureza de intención.
Día 27.
Vuestra herencia será Jesús Sacramento,
donde encontrareis un maná escondido que os
infundirá hastío de todas las cosas de la tierra,
á las cuales preferiréis la vida oculta y sacrificada
de Jesús en el Sacramento.
Día 28.
Vuestra herencia será el jardín de las
Olivas con Jesús entristecido hasta la muerte,
que será el tesoro para pagar vuestras falsas alegrías.
Su oración servirá para reparar el tiempo
en las vuestras, y para obtener la gracia del don
perfecto de oración y unión con Dios.
Día 29.
La humildad hará reinar á Jesús en vuestros
corazones y os conservará en su amistad:
la pureza de corazon y de intención os hará
objeto de sus amorosas complacencias.
Día 3o.
La caridad os hará reinar en el divino
Corazon de Jesús; pues no hay que forjarse ilusiones,
no somos al presente más que bosquejos
manchados, y es necesario que nos esmeremos
en limpiarnos y perfeccionarnos.
Día 31.
He aquí el reto que os propongo para el
año nuevo. Consiste en tres prácticas: la primera,
pureza en nuestras intenciones; la segunda,
humildad de corazon en todas nuestras acciones;
la tercera, humildad sin mezcla de propio
interés en nuestras pretensiones.
El Sagrado Corazon no quiere que os fije el
número de estas prácticas: lo deja al ardor de
nuestro amor, y por él quiere conocer quién es
el que más le ama.