Día 7. Las tempestades que podéis temer no vienen más que del amor propio y de la vanidad: el piloto Jesús os defenderá de ellas si le sois fieles y os hará navegar con calma y tranquilidad.
Día 8. Entrad en el Corazon de Jesús como un amigo convidado al festín por otro amigo: allí encontrareis las delicias que os están aparejadas, y son superiores a todos vuestros deseos y pensamientos: quedareis embriagados del vino delicioso de su amor, vino que endulza las amarguras del siglo é inspira disgusto de todos los placeres terrenos.
Día 9. Descansad en los brazos de Jesús y sobre su Sagrado Corazon, como el niño descansa en el regazo de su madre, donde encuentra su consuelo y seguridad.
Día 10. Abandonaos al Sagrado Corazon, sin tantas reflexiones de inquietud y desconfianza sobre lo porvenir: Él lo prevé por vosotros, y esto basta; bástenos amarle al presente con confianza, bien seguros de que no quiere abandonaros.
Día 11. Presentaos al Corazon de Jesús cual víctima que llega al templo para ser sacrificada, y es presentada delante del sacrificador. Este sacerdote divino degollándola espiritualmente, debe matar en ella la vida animal y consumiéndola después en el fuego del amor, darle una vida nueva y divina.
Día 12. ¿Queréis saber quién penetrará más adentro en la sagrada instancia del Corazon de Jesús? El que sea más humilde y más despreciado; el que más se despoje de todo, será el que tendrá más; el más mortificado será el más acariciado; el más caritativo será el más amado; el más silencioso será el más adoctrinado; el más obediente, en fin, será el que tendrá más crédito y más poder.