Día 10. Supuesto que el Sagrado Corazon se complace en establecer su morada en nuestra pequeñez y nuestra nada, estemos, pues, siempre alegres y contentos.
Día 11. El demonio procura desanimarnos y turbarnos para impedir que crezcamos en la virtud Prosigamos la obra de nuestra perfección. para remedio de esto se necesita que nos hagamos generosas violencias y seamos cada vez más fieles a Dios, a nuestras obligaciones y a nosotros mismos.
Día 12. Romped la afición que tenéis a vuestra propia voluntad, y humillad vuestro juicio siempre que os ofrezca ocasión; paréceme que será muy del agrado de Dios.
Día 13. Habla de Dios con veneración, del prójimo con estima, y nunca, o rarísima vez de ti mismo, y siempre con desprecio.
Día 14. Tened gran confianza en Dios: su misericordia supera infinitamente a todas nuestras miserias.
Día 15. No desmayes en las penas: súfrelas con espíritu de paciencia, como cualquier otra cosa que contradiga a tu inclinación.
Día 16. Amad a los que os humillan y contrarían, como más útiles a vuestra perfección que no los que os halagan.