Dia 1. Frecuentemente nuestro Soberano me obliga a decir, a pesar de toda la oposición que hace la naturaleza, que es bueno caminar con la fuerza de su amor al revés de las propias inclinaciones, sin otro placer ni satisfacción que la de no tener ninguna, porque nos debe bastar que nuestro buen Dios quede satisfecho como más le plazca.
Dia 2. ¿Qué haría yo alejándose de mí la Cruz, que es la que me hace esperar en su misericordia?
Dia 3. La Cruz es mi tesoro en el Corazon adorable de Jesús: ella me hace tener allí todo mi placer, toda mi alegría, todo mi deseo.
Dia 4. La Cruz es verdaderamente la porción de los escogidos en esta vida.
Dia 5. No debemos desear la vida más que por tener la dicha de padecer por amor; pero nunca a elección nuestra.
Dia 6. ¡Ay! ¡Qué preciosas son siempre las enfermedades y las humillaciones! Ya no ves cosa más útil y necesaria.