Dia 11. Nos conviene procurar a toda costa convertirnos en copias vivas de nuestro Esposo crucificado, haciéndonos una representación suya en todas nuestras acciones.
Dia 12. ¡Ah!¡Cuánto agrada padecer siempre y al fin morir en la cruz, oprimidos “bajo el peso de toda clase de penas, miserias, desprecios; abandonos y humillaciones!
Dia 13. La cruz es un bálsamo precioso, que pierde delante de Dios su buen olor cuando le da el aire; por eso es preciso esconderla y llevarla en silencio, cuanto sea posible.
Dia 14. No cesemos un solo momento de padecer; que sin padecer no se puede amar.
Dia 15. ¡Oh! ¡Qué útil es la cruz en todo tiempo y lugar
Dia 16. Abracemos afectuosamente la cruz sin mirar de qué clase de madera o con qué instrumento ha sido hecha, pues ninguna cosa nos une tanto al Sagrado Corazon de Jesús como la cruz, que es la más preciosa prenda de su amor.
Dia 17. No es necesario pedir padecimientos, siendo más conforme a la perfección el no pedir nada ni rehusar nada, sino abandonarse al puro amor para dejarse crucificar y consumir, según plazca al Sagrado Corazon de Jesús.