Del libro"EL MISTERIO DEL CORAZÓN TRASPASADO", Ignace de La Potterie
¿Cuál era el objeto Je deseo de Jesús en et último día de !a fiesta? Como en el pozo de Jacob* el deseaba dar el agua viva. Pero hay que señalar un desarrollo del tema, al pasar de un capítulo al otro, o más bien desde el tiempo de jesús al de! Espíritu. En jn 4,10, el agua viva todavía era tan solo Ja auto- manifestación de Jesús a la samaritana, es decir, su palabra, su verdad. En los v, 13-14 la perspectiva se abre al futuro: el agua viva de la revelación deberá ser «bebida», es decir, interiorizada. Será el papel del Espíritu (cf. 14,20; Ib, 13}, Aquí el diálogo con la samaritana adquiere la perspectiva de la fiesta de los tabernáculos {7,37-38), donde el agua viva que se bebe está identificada con el Espíritu. Pero este Espíritu seria concedido solamente a los que anteriormente hubieran creído en Jesús,
¿Qué se debe concluir de este análisis de 7,37-39 en lo que respecta al tema de la sed? La perícopa de los tabernáculos está orientada hacia la cruz más aún que la de la samar i rana, especialmente en lo que se refiere a los tres remas de la sed, del agua viva y del Espíritu. Por tanto, sería una paradoja que la sed, que es una sed espiritual en 7,37, no fuera más que una sed risica en 19,28, El hecho extraño, que queda por explicar, es Ja inversión de papeles: en 7,37 quien tiene sed es el creyente; en 19,28 es el mismo Jesús, Pero, como en el pozo de Jacob, Jesús, en el templo de Jerusaién, manifestaba un profundo deseo de dar el agua viva; este deseo, desde el punto de vísta bíblico y joánico, era una sed espiritual; puede ser considerada como una preparación y un anuncio de su sed en la cruz.
Pero esta interpretación, como hemos dicho, no será del todo convincente si no es debidamente confirmada por los indicios literarios de la perícopa del Calvario.
Debemos examinar dos problemas en d estudio de este pasaje, el dd vínculo gramatical del inciso *ut consummaretut Scriptura», y el de la estructura literaria y teológica de v,28-30.
Según la exégesis habitual, la proposición final ina tcleióthé… depende del lega que sigue; los traductores, así, se ven obligados a invertir las dos proposiciones, lo que es ya una mala señal. Citaremos, por ejemplo, a Osty; «Jesús dijo, para que se cumpliera toda la Escritura: “Tengo sed”. Pero desde hace ya tiempo algunos han propuesto hacer depender el inciso del verbo tetélestai que lo precede» y traducir así: “Tras lo cual, sabiendo que ya todo estaba cumplido, para que la Escritura se cumpliera perfectamente, jesús dijo: Tengo sed”». Recientemente, dos autores han analizado con más atención la cuestión y han aportado una serie de argumentos convincentes a favor de esta lectura». Están extraídos tanto del estilo y del vocabulario de Juan como de sus concepciones teológicas. He aquí las principales razones que se pueden aportar con el objeto de introducir esta manera de leer el texto: 1) Ja construcción habitual en san Juan requiere que la proposición con hiña complemente a un verbo que la preceda4*; 2) para hablar del cumplimiento de una profecía o de una palabra de Jesús, el evangelista utiliza puroún y no teleioún*7. Este último verbo, cuando se aplica a Cristo, designará, en Juan, el cumplimiento de la obra de Cristo (4,34; 5,36; 17.4) y no la realización de una profecía; 3) «ninguna profecía del Antiguo Testamento responde exactamente a las palabras de Jesús: «Tengo sed»4*; 4) por último, ¿cómo admitir que Juan dé tanta importancia a esta palabra, «sitio», solo para demostrar que así Jesús cumplía una profecía en particular? Todo el contexto se sitúa en un nivel mucho más genera], el del cumplimiento mesiánico de la Escritura.
Por lo tanto, puede considerarse casi seguro que la pro-posición «para que se cumpliera la Escritura» está vinculada a las palabras punta tetélestai que describen el cumplimiento de la obra de Jesús. Pero debemos reflexionar en lo que implica dicha interpretación del texto: 1) la palabra de Jesús «sitio» ya no se interpreta como el cumplimiento de una profecía; 2) el cumplimiento total de la Escritura es una aplicación teológica de Juan sobre el hecho de que «ya» (¿dé) «todo está consumado». Pero estas mismas palabras, ¿dé panta teté- Ustai, ¿a que se refieren? Evidentemente a la escena anterior (19,25-27), que describe el nacimiento de la Iglesia en la persona de Ja Madre de Jesús y del discípulo amado22 23. Después de este acto supremo de Jesús moribundo, realmente «todo está consumado»ÍD, Jesús ha concluido su obra, la Escritura se fia cumplido a la perfección. Esta escena de María y del discípulo a los pies de la cruz reviste una extraordinaria importancia a los ojos de Juan: para él, aquí se cumple lo que se anunció en la imagen de la túnica no dividida, «expresión simbólica de la obra de unidad realizada por Jesús en su muerte; cf. 11,52; 21.11*ÍT. Al escribir «ya todo está cumplido» (tetéUstai), Juan se refiere’ a lo que había dicho al comienzo del relato de la pasión: «Los amó hasta el extremo (ets télos)». El acto supremo de Jesús en la cruz fue la revelación suprema del amor.
Pero Juan no acaba aquí; sigue hablando de la sed de Jesús, del don del Espíritu, de la lanzada. Si «todo está consumado», ¿por qué vuelve a empezar de nuevo? ¿Qué sentido tienen estos últimos acontecimientos? Aquí debemos analizar con detenimiento la perícopa que nos incumbe directamente. La de los v.28-30.
Llegamos, pues, al corazón de nuestro problema: la interpretación del «sitio» de Jesús en el contexto de Jn 19,28-30. La interpretación depende, ante todo, de la función del verbo dipsó globalmence. Por eso, es indispensable estructurar cuidadosamente estos tres versículos. Un elemento determinante para establecer la estructura es el hecho, poco destacado por los comentaristas, de la doble presencia de tetélestai (v.28a y v.30a). Esta palabra, junto a «entregó el Espíritu», es la fórmula más importante de toda la perícopa. Estas dos menciones de «todo está cumplido» constituyen dos elementos paralelos que revelan la estructura fundamenta); los llamaremos A y A’. Pero igualmente en ambas formas, el verbo tetélestai va acompañado de otro elemento que está estrechamente vinculado con él: «Tengo sed», en el primer caso; «entregó el Espíritu», en el segundo. Al mismo tiempo, cada uno de estos dos elementos alude al otro; los llamaremos B y B . Se obtiene así una estrecha correspondencia entre los w.28 y 30, ambos compuestos de dos elementos paralelos:
A TODO ESTÁ CUMPLIDO A’ (TOPO) ESTÁ CUMPLIDO
B Tengo sed B1 Entregó el Espíritu
Nos queda el v.29, en el centro de la perícopa. Este constituye un fuerte contraste con los versículos que lo enmarcan: en los vv,28 y 30, Jesús es el protagonista de la acción: toda la atención se concentra en él. Por el contrario, en el v.29 no se sabe bien quién es el que actúa: los que ofrecen vinagre a Jesús son un grupo anónimo12. Su acción no se describe sino como una antítesis de lo que dice y hace Jesús. Además hay que destacar «la triple repetición de la palabra “vinagre” en los dos v.29- 30»5Í. No es que Juan, como los sinópticos54, vea en este acto un gesto de burla por parte de los presentes; simplemente no comprendieron el verdadero significado del «sitio» de Jesús. Este esquema de incomprensión es profundamente ¡oánico; como ya hemos subrayado, parece regir la estructura de nuestros tres versículos”. Esto también explica que en el v,30 (A’ B’) se retome y se explique lo que ya se había dicho en el v,28 (A B). Por tanto, llegamos a la estructura siguiente para el conjunto:
v,28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya Jesús A TODO ESTABA CUMPLIDO, para que se cumpliera la Escritura, R dijo: Tengo sed. v.29 Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada Incomprensión en vinagre a una cana de hisopo, se la acercaron a la boca. v.30 Jesús, cuando tomó el vinagre. Jesús K dijo: «ESTÁ CUMPLIDO», B’ e, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Hemos reunido así todos los elementos para interpretar correctamente las palabras «Tengo sed» en su contexto. Dos detalles de la estructura tienen una importancia capital: ante todo24 esta palabra está estrechamente ligada al primer segmento de la frase donde Juan dice que Jesús sabía que ya todo estaba consumado para el cumplimiento de la Escritura, El «sitio» de Jesús se debe colocar en el mismo nivel de cumplimiento que su obra; si no, ¿cómo se explica que Juan vincule explícitamente esta palabra con la conciencia mesiánica de Jesús (*sabiendo que ya todo estaba cumplido»)? En segundo lugar y sobre todo, «Tengo sed» se sitúa en paralelo a «entregó el espíritu». Y como el v,30 supone un progreso respecto al v.,28, todo apunta a interpretar «sitio» en la perspectiva del don del Espíritu. Jesús ya ha terminado su obra; pero el sabe que otro debe venir, el Espíritu de la verdad, que dará testimonio de él (15,26) y que debe guiar a ios discípulos hasta la verdad plena (16, i 3). Jesús sabe también que si él no se va, el Paráclito no vendrá a ellos (16,7), Él había dicho a los discípulos: *Yo ie pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros» (14,16). Es este deseo del don del Espíritu lo que Jesús, ai morir, expresa por última ve?, diciendo: «Tengo sed». Este deseo empezará a cumplirse en el mismo instante de su muerte, I )e ahí el doble sentido de la fórmula «emisit spiritum» (parédúken topneüma)- entregando su espíritu, Jesits entrega el Espíritu a los creyentes. Es lo que muy acertadamente dice el P Vanhoyc: «Jesús, muriendo, abre paso al Espíritu» w.
F,[ interés de esta interpretación está en que se sitúa como prolongación de lo que hemos podido observar en el episodio de la samaritana y de la fiesta de los tabernáculos. En cada uno de estos pasajes, como hemos visto, el paralelismo con la escena de la cruz nos invita a comprender Ja sed de Jesús de 19,28 en sentido espiritual; el léxico de los tres textos nos permite también precisar más de qué tiene sed Jesús: sed de dar el agua viva, sed de conceder el don del Espíritu a la Iglesia.
La exegesis pormenorizada de Jn 19,28-30 confirma plenamente estas indicaciones sacadas de los textos paralelos.
¿Entonces debemos concluir de todo esto que «sitio* no indica en absoluto la sed física de Jesús? La mayor parte délos autores que son sensibles al alcance espiritual de esta palabra son, sin embargo, de la opinión de que esta debe ser entendida sobre todo en relación a la sed material. Pero tal vez conviene aquí diferenciar dos etapas en la génesis dd texto. Si admitimos que lo más verosímil es que esta palabra no sea una creación literaria o teológica de Juan, sino que se remonta a una tradición anterior57, es probable que, al comienzo de esta tradición, «sitio» indicara ante todo la sed corporal de Jesús en la cruz. Pero en la interpretación teológica de Juan, debido al paralelismo con los textos de Jn 4 y 7 sobre el agua viva, y debido sobre todo a los ecos mesiánicos de todo el pasaje y del vínculo estructural de la sed de Jesús con el don del Espíritu, todo el acento recae, sin duda, en la sed espiritual.
Para terminar esta tercera parte, haremos una rápida comparación entre la exégesis propuesta más arriba y las distintas interpretaciones simbólicas que se hallan en la tradición. Para un buen número de autores del Medievo y del Renacimiento, el «sitio» de Jesús, en sentido espiritual, significaba su deseo de nuestra salvación. Esta interpretación no es ciertamente falsa, pero desplaza el acento, considerando más de lo debido la sed de Jesús desde el punto de vista humano. Muchos proponen una interpretación directamente cristológica, lo cual es ya más joánico, pero no han prestado suficiente atención a todos tos matices dd texto78. J. M. Spurreli es quien, a nuestro parecer, mejor ha captado Jos ecos propios del pasaje. He aquí lo que escribe al final de su artículo: «Cuando Jesús inclina la cabeza y entrega el espíritu, adelanta el don del Espíritu a la iglesia.,. Juan parece dar más importancia a la sed del benor que a su muerte 55 c interpreta la muerte vinculándola a la sed de aquel que da el agua viva»40, Nuestro estudio no ha tenido mayor pretensión que establecer sólidamente el buen Fundamento de esta interpretación.