Día 1.
Acogeos al Corazon Sacratísimo de
Nuestro Señor Jesucristo si queréis vencer á
vuestros enemigos y encontrar la fortaleza y el
consuelo que necesitais: no os lo negará si se lo
pedís.
Dia 2.
En todo lo que hagamos no debemos
poner la mira sino en unirnos á Dios y conformarnos
á nuestro Esposo crucificado; más para
esto es preciso pasar por encima de todos los
respetos humanos, que tanto abaten á nuestra
perfeccion.
Dia 3.
Solamente los que se hacen violencia logran
el cielo: debeis saber que en la vida religiosa
es preciso hacerse violencia continua,
porque es vida totalmente opuesta á la carne y
los sentidos, vida crucificada, que con razon
puede llamarse muerte viva.
Dia 4.
No queramos servir á Dios á medias, siendo
así que, conforme Él se da todo entero á
quien le ama, quiere igualmente poseer por en
tero el corazon de ellos.
Dia 5.
Una buena religiosa debe estar siempre
ejercitándose en morir para todos los placeres
de la vida mediante la mortificacion de los sentidos
y la humildad profunda del corazon, que
la lleven al desprecio y olvido de sí misma.
Dia 6.
Las dulzuras interiores producen en nosotros
vanas complacencias y nunca puro amor.
Dia 7.
Note aflijas por las penas internas, pues
de ellas puedes sacar el mayor consuelo, siempre
que las soportes con paz, sumision y abandono
al Sagrado Corazon de Jesus, que no te las
envía sino por un exceso de amor.
Dia 8.
Es preciso procurar mantenerse siempre
en aquella misma disposicion en que querremos
comparecer en la presencia de Dios: así no temeremos
que la muerte nos sorprenda.