San Maximiliano kolbe penetró en este misterio (de la Inmaculada) de un modo particularmente profundo, particularmente sintético: no en abstracto, sino a través del contexto vivo de los designios salvíficos de Dios con relación al mundo. Estas son, de nuevo, sus palabras: “Busquemos cada vez más, cada día más, acercarnos a la Inmaculada: de este modo nos acercaremos cada vez más al Sacratísimo Corazón de Jesús, a Dios Padre, a toda la Santísima Trinidad, porque ninguna criatura está tan cercana a Dios como la Inmaculada.
El Corazón de Jesús y la Inmaculada
- por Corazón de Jesús