En la encíclica «Hauretis aquas», se dice que, lo que se afirma del Costado de Cristo, se puede aplicar también a su Corazón.
Fundándonos en esta sentencia de Pío XII recogemos de los Sumos Pontífices anteriores a la época del triunfal desenvolvimiento de la devoción al Sagrado Corazón los párrafos de sus escritos que tratan del costado de Jesús.
Y es muy obvio que así se haga; porque la herida del Costado de Cristo no fue superficial, sino profunda hasta penetrar y abrir su Corazón.
S.Alejandro I (107-115)
Razón de ofrecer en la misa vino mezclado con agua
Decretos.— También en las oblaciones de las cosas sagradas, que se ofrecen al Señor en la solemne celebración de las misas, se ha de mezclar la pasión del Señor, para celebrar la pasión de aquél, cuyo cuerpo y sangre se hace, de suerte que, rechazada las opiniones supersticiosas, se ofrezcan en el sacrificio tan sólo el pan y el vino mezclado con agua. Pues (según hemos recibido de los Padres, y la misma razón enseña) no debe ofrecerse en el cáliz del Señor o vino sólo o agua sola, sino entrambos mezclados, porque se lee que entrambos fluyeron de su Costado en su Pasión.
S. león I Magno (440-461)
La Iglesia procede del costado de Cristo
Epist. 59, 4 .—Desde el origen mismo del humano linaje se anunció a todos los hombres que Cristo se encarnaría. Y en la carne, como se ha dicho, y serán dos en una carne, ciertamente son dos, Dios y el hombre, Cristo y la Iglesia, la cual tuvo su origen de la carne del esposo, cuando recibió el sacramento de la redención y regeneración del costado del Crucificado al fluir (de él) sangre y agua.