La conciencia filial de Jesús(II)

Del libro "EL MISTERIO DEL CORAZÓN TRASPASADO", Ignace de La Potterie

La prolongación de Calcedonia

 

Decíamos al comienzo que una de las exigencias mis importantes de la cristología contemporánea es la de superar Calccdonia y traducir su definición metafísica en términos históricos, Muchos teólogos han trabajado en esta línea, pero hay sobre todo dos que han intentado determinar teóricamente cómo debe hacerse dicha superación, B. Welte destaca que la labor teológica de hoy consiste en mostrar la dimensión histórica de la unión hipostátíca y el estrecho vínculo entre lo histórico y lo que solo en apariencia es sobrehistórico en el dogma de Calcedonia P. Hünermann recoge estas ideas y las desarrolla, aplicándolas de forma más directa al tema que tratamos: la filiación divina de Jesús.
Las tres etapas de su estudio son:

a) Cristo posee una misma naturaleza con nosotros en el tiempo. Elementos de solución para el problema del tiempo y de la historia en la cristo-logia; b) La unión hipostátíca en el tiempo y en la historia; c) Reflexiones sobre el tema teológico; *Hijo de Dios en el tiempo – hombre verdaderamente humano».


El autor propone prolongar Calcedonia, dando pleno valor a la idea de «pericóresis» (penetración en la voluntad y en la acción humanas de Cristo de su voluntad y su acción divinas); esta idea, recordémoslo, había sido elaborada en los siglos vII y VIII por Máximo el Confesor y Juan Damasceno, con ocasión de la controversia monotelita8fi. He aquí dos textos esenciales. El primero es de Máximo:

Más allá de la condición humana, él (Cristo) realiza todo lo que es humano, manifestando la estrecha unión,., y la concurrencia perfecta de la acción humana con el poder divino; en efecto, la naturaleza, unida sin mezcla a la naturaleza, la penetra completamente (di’ bolán perikechóirke); nada en tita está al margen de la acción de aquella, nada está separado de la divinidad, que está unida a él según la naturaleza.

Y Hünermann comenta:
Por tanto, prolongando !a cristología calcedoniatiii, la acción concreta de Jesús es caracterizada como ámbito de la revelación,.., y a la inversa, la acción de Dios se manifiesta tumo el ámbito de la revelación de lo humano, de lo que es plenamente humano**.
Veamos ahora otra definición, muy densa, de la pericóresis, la de Juan Damasceno:
Las naturalezas de Cristo están unidas sin mezcla según la hipóstasis; ellas poseen una interpenetración recíproca (en alleiais perichóresin). Pero tanto una como otra mantienen la diferencia de su propia naturaleza.

Hiinermann señala con razón que esta concepción de la pericóresis hacía progresar enormemente la cristoiogía’00, Sin embargo, esta también tenía sus límites, porque la acción divina en la naturaleza humana se concebía de un modo puntual, instantáneo, abstracto. Esta concepción debe ser ampliada a su vez por el esfuerzo de integrar en la acción humana de Jesús los acontecimientos concretos de su vida terrena, con todo el auténtico devenir y desarrollo que dichos acontecimientos implican. El autor propone, pues, ver Ja historia de Jesucristo como el acontecimiento (el devenir) de la unión hipostática, He aquí, pues, lo que significa el hecho de que Jesús es «el Hijo de Dios en el tiempo»

Jesús se manifiesta, en su caminar en la tierra, como Hijo de Dios, precisamente porque él es quien cree ínte-gramente en Dios, quien tiene por alimento la voluntad de Dios, En la perfección de esta acritud suya, manifiesta que, en todas estas situaciones, es a partir de Dios que llega a ser él mismo, como él se comprende a sí mismo y se hace comprensible también para Jos demás942.
Estas consideraciones, como se ve, son muy parecidas a las que también hemos desarrollado. Simplemente queremos señalar que el aspecto específicamente filial de la vida de Jesús, y sobre todo de su conciencia filial, podría haberse puesto aún más de manifiesto.


5. Conclusión


Tratemos de resumir este estudio en pocas palabras, para señalar mejor lo que puede aportar de cara a una profundización de la teología del Corazón de Cristo. Dado que la idea de historicidad domina todo el pensamiento moderno y que la cristología contemporánea está fuertemente orientada al Cristo de la historia, nos ha parecido que en esto había, para nuestro problema, una posible actualización. Se trataba, pues, de intentar descubrir los sentimientos profundos del Corazón de jesús en el transcurso de su vida en la tierra.
Nos han parecido fundamentales tres aspectos: a) Jesús predicó la llegada del reino de Dios, pero manifestando progresivamente que este reino se realizaba en él; b) Por otra parte, Jesús vivió en una obediencia sorprendente hacia Dios, y ello revelaba que. como Hijo, tenía su origen en el Padre; c) Sin embargo, él vivía en una intimidad no menos sorprendente con el Padre: la intimidad del Hijo único, vuelto siempre hacia el seno del Padre.
Estas tres dimensiones delimitan, si así puede decirse, toda la esencia dd misterio de Cristo: obedeciendo como siervo, realizaba la obra de la salvación; por su vida filial, se revelaba como el Hijo que procedía del Padre y que nos daba también Ja capacidad de participar en la plenitud de su filiación, que es precisamente en lo que consiste la obra de la salvación; identificándose a sí mismo con el reino de Dios, revelaba su trascendencia, pues participaba de la misma soberanía ele Dios,
Esto nos da la posibilidad de entrar en la conciencia de Cristo. Los evangelios, leídos en la fe de la Iglesia, nos permiten, de hecho, descubrir este triple aspecto del misterio del corazón humano de Jesús. Podemos, pues, aplicarle estas bellas palabras, tan del gusto de Pascal: *El corazón es el lugar natural de la verdad» Esto no es así para nadie tanto como para Cristo, El Corazón de Jesús era el lugar de Ja verdad porque de ese corazón irradiaba todo el misterio del Hijo de Dios.