Día 26. Caminad con sencillez en el Señor: no os perderá, porque os ama.
Día 27. No atendais á otra cosa que, a honrar a Jesús, y a estudiar el modo de contentar a su Corazon, al modo que los pasajeros en la tempestad hacen ciegamente lo que prescribe el piloto.
Día 28. Obrad y sufrid en silencio: tened siempre en paz vuestra alma.
Día 29. Vivid en un amoroso abandono al cuidado de la divina Providencia.
Día 30. Toda de Dios, nada de mí; toda por Dios, nada por mí; toda para Dios, nada para mí.
Día 31. Cuando traes a la memoria con fruición los sinsabores que os parece haber recibido, hacéis que el Señor recuerde vuestros pecados, que su misericordia le había hecho olvidar.