Día 1. Por cuanto el amor hace a los amantes conformes entre sí, si quieres ser amado de Jesús, conviene que seas humilde como Él y dulce como Él.
Día 2. La humildad de Jesús te enseñará a alegrarte cuando seas despreciado, y a callar cuando te acusen, diciendo en tu interior: Jesús auten tacebat. (Jesús, pero me quedé en silencio.)