Día 16.
‘Tomaremos a pecho el unirnos con el
espíritu y el corazon a la Inmaculada Virgen
cuando esté de nuestra parte para rendir homenaje
al Verbo encarnado, este Dios hecho niño
en su seno, adorándole y amándole silenciosamente
con ella.
Día 17.
Ofreced cinco veces al Padre Eterno los
sacrificios que el Corazon de su divino Hijo le –
ofrece, pidiéndole que todos los corazones se
conviertan a Él.
Día 18.
Para honrar al aniquilamiento de este
Corazon adorable, haréis cinco prácticas de humildad,
manteniéndoos en el profundo abismo
de vuestra nada: estad muy contentos de ser
humillados y despreciados.
Día 19.
No digas palabra alguna por vanidad, ni
para excusarte: no busques ser amado más que
del Corazon divino de Jesús: ofrécele cinco
prácticas, diciendo: Sacrificium Deo espíritus
contribulatus; cor contritum et humi.iatum, Deus,
non despicies.
Día 20.
Haz cinco prácticas de silencio interno y
externo, rechazando todo pensamiento inútil:
haz nueve genuflexiones, repitiendo en cada
una: Venite adoremus.
Día 21.
Cortad toda palabra supérflua en tiempo
de silencio, y tened recogidos los sentidos: con
la mayor frecuencia que podáis, haréis esta aspiración:
«¡Oh, divino Corazon de Jesús, viviente
en el Corazon..de María, os conjuro que viváis
y reinéis en todos los corazones, y los consumáis
en vuestro purísimo amor!»
Día 22.
Para vivir con la vida del amor del Verbo
Encarnado, presentad al Sagrado Corazon los
vuestros tres veces al día, pidiendo al Espíritu
Santo la gracia de que os conserve aquel espíritu
de amor que os una y trasforme enteramente
en Él.