Dia 1. Conserva la paz del alma sin inquietarte por tus defectos, los cuales sirven conforme a los designios de Dios, para mantener en ti el amor del propio abatimiento.
Día 2. ¿Qué tienes que temer cuando tu buen Amo, Dios, te rodea por todas partes con su poder a manera de muro infranqueable para el enemigo?
Día 3. Ten presente que al que Dios quiere que padezca, no puede aliviarlo ni consolarlo nadie.
Día 4. No tengas cuidado de lo porvenir: piensa sólo en emplear bien el presente.