Dia 1.
No disputéis con la gracia que os solicita á hacer el bien o huir del mal: pensad frecuentemente que esta misma gracia que ahora tan eficazmente os estimula, y a quien tantas veces habéis ya resistido, se retirará por fin de vosotros, y os dejará como terreno seco y estéril.
Día2.
El Sagrado Corazon será vuestro amigo con tal que no busquéis otros en las criaturas, ni os mostréis disgustados ni repulsivos con el prójimo, sino antes dulces, humildes y caritativos en todo evento.
Día 3.
No nos acongojemos por nuestros pequeños disgustos, que ordinariamente no nacen de otra causa sino de que no ponemos bastante empeño en mortificarnos y hacernos sencillos cortando los cálculos de nuestro amor propio.
Día 4.
Los cálculos del amor propio hacen que no se quiera sufrir más que lo que viene bien, y que se haga mal uso de las ocasiones que la divina Providencia nos manda, sin haberlas nosotros previsto ni buscado.
Día 5-
No hay cosa que tanto avergüence al demonio y le haga impotente contra nosotros, como la acusación sincera de nuestros defectos, y la manifestación franca de nuestro bien y nuestro mal, hecha a nuestros directores.
Día 6.
Quiere el Sagrado Corazon que vivamos despojados de todo lo que no es Dios, y pretende ser Él solo nuestro amigo, nuestro apoyo y nuestro placer.