Día 28.
El divino Maestro quiere el amor y el: homenaje de sus criaturas, libres, francos y amorosos, sin violencia ni disimulo.
Día 29.
Aprovechémonos del tiempo que Dios nos concede, y no tardemos en darnos al Señor, pero sin turbarnos: que la turbacion no sirve más que para aumentar nuestros males.
Día 3o.
El Espíritu de Dios obra en la paz: acudamos á él con amor y confianza, y nos recibirá en los brazos de su misericordia; pero después de esto tengamos cuidado de no apartarnos de él, pues tantas recaidas voluntarias son muy peligrosas, en especial para un alma religiosa.
Día 31.
¿De qué serviria hacer buenos propósitos, si llegada la hora no quisiéramos ponerlos por obra?