La consagración regocija al sagrado corazón y constituye el espanto del demonio, contra el cual es poderosa arma.
“Renovemos muchas veces nuestra consagración al Sagrado Corazón de Jesús, dice santa Margarita María (carta 54 a la Madre de Saumaise), y practiquémosla fielmente; el Sagrado Corazón tiene en ello gran placer. “
“El demonio teme extremadamente la devoción a este amable Corazón por la salvación que se seguirá de tantas almas que se consagraren enteramente a Él para amarle, honrarle y glorificarle.”
El 6 de enero de 1690 escribía santa Margarita al Padre Croiset, el cual se había ofrecido al sagrado corazón por medio de una consagración hecha bajo la forma de voto:
“Creo que vuestro voto agrada mucho a este divino Corazón, quien hará de él un lazo indisoluble de unión. Semejante voto, bien practicado, es arma poderosa para defenderse contra el enemigo de nuestra salvación.”
“Pero sigamos, pues, valerosamente lo que hemos emprendido para gloria del Corazón de Jesús en el establecimiento de su reinado. Este Sagrado Corazón reinará a despecho de Satanás y de todos los que éste suscite para oponerse a ello; pero ahora es tiempo de trabajar y sufrir en silencio, como Él lo hizo por nuestro amor. Algún día nos encontraremos bien recompensados, aun cuando no sea más que por el gran número de almas que el divino corazón quiere apartar de la perdición por este medio.”
La consagración es poderosa defensa contra el pecado mortal.
“Confieso, escribe santa Margarita, que no puedo creer que las personas consagradas al Corazón de Jesús caigan bajo el dominio de Satanás por el pecado mortal, si después de haberse entregado del todo aquel procuran honrarle, amarle y glorificar le con todas sus fuerzas, conformándose a sus santas máximas.”
La consagración hace entrar a las almas en la senda de la perfección.
Más adelante diremos, al hablar de las promesas hechas a las almas justas, que la práctica de la devoción al sagrado corazón es el camino más breve para la perfección. Pues bien; la consagración es la entrada en el camino real de la santidad.
“No hay medio más seguro para llegar a la perfección que consagrarse al Corazón de Jesús, dice santa Margarita. Por lo tanto, si queremos alcanzar la santidad que la adorable Corazón de Jesús desea de nosotros, tenemos que hacerle entero sacrificio de nosotros mismos y de todo cuanto dependa de nosotros, sin excepción, y vivir enteramente para Él.
He aquí lo que el divino corazón exige para perfeccionar y consumar la obra de nuestra santificación.”
La consagración al adorable Corazón de Jesús, tiene que ser fiel en seguir sus santos impulsos, firme y constante, con olvido y desprecio de cuánto le impide el camino hacia la santidad.
La consagración obtiene la paz.
Dice santa Margarita a una persona turbada por penas interiores:
“Estableced vuestra morada en el amable Corazón de Jesús, y encontraréis una paz inalterable, con fortaleza para realizar todos los buenos deseos que Él os da, y para no hacer faltas voluntarias. Depositad allí vuestras penas y amarguras, porque lo que viene del Sagrado Corazón es dulce y lo cambia todo en amor.”
Estos consejos de la Santa, no sólo convienen a las almas fieles que tienen necesidad del bien tan precioso de la paz; se dirige también a las familias desunidas, y aun a las naciones perturbadas.
La consagración es como la llave que nos abre el Corazón de Jesús
Escribía la Santa: “ nuestro Señor me ha manifestado esta noche en la meditación:
“Que quería ser conocido, amado y a adorado de los hombres, para lo cual les comunicaría muchas gracias cuando sea hubieran consagrado a la devoción de su Sagrado Corazón.“
Decía otra vez a la sierva de Dios:
“Mi Soberano Maestro me ha descubierto (cartas 3682 a la Madre de Saumaise) en su divino Corazón tesoros de amor y de gracias; y a fin de poder, en cierto modo, contentar el ardiente deseo que tiene su amor de derramarse, distribuir a estos tesoros con abundancia las personas que se consagraren a darle todo el honor, amor y gloria que esté en su mano. Pide esta donación de sus amigos, para que, habiéndoselo entregado todo sin excepción, puedan enriquecerlos con sus preciosos tesoros.”
“¡Dichosas las almas que viven enteramente del Sagrado Corazón, en Él y por Él! Pero para esto es preciso vivir conforme a sus santas Máximas”.
La consagración es prenda de predestinación
Santa Margarita María considera la consagración al Sagrado Corazón como una especie de contrato celebrado entre este divino Corazón y el alma fiel, quien por este ofrecimiento pone su salvación en seguridad. La sierva de Dios parece atribuir a esté solo acto suprema eficacia para la salvación.
En efecto; es de notar que en diversos pasajes Santa Margarita no habla de la devoción al Corazón de Jesús considerada en General, sino de la consagración propiamente dicha.
“No hay medio más seguro de salvación, dice, que consagrarse al divino Corazón de nuestro Señor Jesucristo (carta 53 a su Hermano sacerdote).
Es tan grande el deseo que tiene el Sagrado Corazón de ser conocido, amado y honrado de sus criaturas, que no quiere que perezca ninguno de aquellos que le estén consagrados. En este Corazón Sagrado es donde propiamente encontrarán aquellos su refugio durante la vida y en todas sus necesidades. Principalmente Él será su asilo seguro en la hora de la muerte, para liberarlos de sus enemigos y recibirlos.”