Puede decirse que nuestro Señor se dedicó a formar el primer grupo de amigos y privilegiados de su corazón divino durante los cuarenta días que siguieron a su resurrección. Con este fin, en cada una de sus apariciones le mostraba sus Llagas, en particular la del costado.
Quinientos de estos primeros amigos se encontraron reunidos sobre el monte Olivete del día de la Ascensión para asistir a la despedida de su divino maestro.
Una tradición cuenta que como último adiós a su Madre, Jesús le permitió besar la llaga de su costado toda la adorable persona del Salvador estaba resplandeciente de gloria al subir a los cielos, pero las cinco llagas, en particular la del costado, se dejaban a cinco soles; y cuando la nube. Al glorioso triunfador a las miradas de los discípulos, cinco rayos esplendoroso siguieron todavía atravesando la nube, como sucede cuando el sol se pone detrás de densos nubarrones una especie de corona luminosa adorna el espacio que se halla el astro del día.
No tardaron los discípulos en derramarse por él mundo, para dar a conocer los misterios del amor del corazón de Jesús. Contentémonos con indicar aquí los nombres de los seis principales discípulos, y los días en que la iglesia celebra su entrada en el cielo.
El 26 de diciembre del año 50, San Esteban; este revelo a la venerable María de la cruz que nuestro Señor le animó al martirio mostrándole su Costado abierto.
El 1 de febrero del año 86, San Ignacio, mártir; de niño reposo sobre el Corazón de Jesús, y su corazón, respetado por los leones, estuvo señalado con el nombre de Jesús, según nos dicen sus biógrafos.
El 25 de octubre del año 75, San Frontón, uno de los 72 discípulos y Obispo de Perigueux. Al morir dijo a su sucesor: “El divino Maestro nos decía: aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, imitémosle.”
El 15 de noviembre del año 80, San Eugenio, Obispo de Toledo, discípulo de San Dionisio; un concilio de Toledo le coloca entre los doctores del Sagrado Corazón.
Hacia el año 90, el 30 de junio, San Marcial, apóstol de los galos; es aquel niño de quien habla el Evangelio, que Jesús estrechó contra su Corazón.
9 de octubre del año 90, San Dionisio, el aeropagita, primer Obispo de París, íntimamente unido al apóstol San Juan, el discípulo amado. Fue martirizado en Montmatre, y su sangre rego el futuro emplazamiento de la iglesia del Sagrado Corazón.
El 23 de noviembre del año100, martirio y fiesta de San Clemente, Papa, quien habla con amor de la llaga del costado.
Del libro El Reinado del Corazón de Jesús(tomo 3), escrito por un P. Oblato de María Inmaculada, Capellán de Monmatre. Publicado en Francia en 1897 y traducida por primera vez al Español en 1910.