MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 24

Corazón de Jesús día 24

 

V/           En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

R/           Amén.

V/           El Señor esté con vosotros.

R/           Y con tu espíritu.

 

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

 

V/           Corazón de Jesús, que eres una sola cosa con el Padre

R/           Que todos seamos uno en ti.

V/           Corazón de Jesús, de amor apasionado hasta la muerte.

R/           ¡Abrásanos en tu mismo amor!

V/           Corazón de Jesús, de cuya herida brotó sangre y agua.

R/           Todas mis fuentes están en ti.

V/           Sagrado Corazón de Jesús.

R/           En ti confío.

R/           “Yo te amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas; y deseo continuar este amor todos los instantes de mi vida y que te amen con igual amor todos los hombres”*70

*70 Beato Bernardo de Hoyos

Oración para todos los días

 

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

R/ Amén.

 

Lectura bíblica: Jn 7, 37-39

 

El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús en pie gritó: «El que tenga sed, que venga a mí y beba el que cree en mí; como dice la Escritura: “de sus entrañas manarán ríos de agua viva” » Dijo esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu porque Jesús no había sido glorificado.

 

 

Meditación: Un amor que empuja a amar

 

«Ves la Trinidad si ves el amor », escribió san Agustín. […] Al morir en la cruz —como narra el evangelista—, Jesús «entregó el espíritu», preludio del don del Espíritu Santo que otorgaría después de su resurrección. Se cumpliría así la promesa de los «torrentes de agua viva» que, por la efusión del Espíritu, manarían de las entrañas de los creyentes. En efecto, el Espíritu es esa potencia interior que armoniza su corazón con el corazón de Cristo y los mueve a amar a los hermanos como Él los ha amado, cuando se ha puesto a lavar los pies de sus discípulos y, sobre todo, cuando ha entregado su vida por todos.

 

El Espíritu es también la fuerza que transforma el corazón de la Comunidad eclesial para que sea en el mundo testigo del amor del Padre, que quiere hacer de la humanidad, en su Hijo, una sola familia. Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano: busca su evangelización mediante la Palabra y los Sacramentos, empresa tantas veces heroica en su realización histórica; y busca su promoción en los diversos ámbitos de la actividad humana. Por tanto, el amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres.*71

*71 BENEDICTO XVI, Carta-Encíclica Deus caritas est, n.19

Acto de confianza

 

R/           ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón  confío  que  proveas  a nuestra  diócesis  y a toda  la  iglesia universal de muchos y santos sacerdotes (u otra petición que se desee). Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso en ti, yo estoy seguro en ti!

V/           Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.

R/           Ten misericordia de nosotros.

V/           Jesús, manso y humilde de Corazón.

R/           Haz nuestro corazón semejante al tuyo.