MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA11

Corazón de Jesús, imagen día11

DÍA11

V/           En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

R/           Amén.

V/           El Señor esté con vosotros.

R/           Y con tu espíritu.

 

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

 

V/           Silencio del Corazón de Jesús.

R/           ¡Habla a mi corazón!

V/           Ciencia del Corazón de Jesús.

R/           ¡Enseña a mi corazón!

V/           Poder del Corazón de Jesús.

R/           ¡Asegura mi corazón!

V/           Sagrado Corazón de Jesús.

R/           En ti confío.

R/           “Yo ya no quiero otro amor,

Pues a mi Dios me he entregado,

Y mi Amado es para mí,

Y yo soy para mi Amado”*31

*31 Santa Teresa de Jesús

 

Oración para todos los días

 

¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/ Amén.

Lectura bíblica: Jn 6, 54-56

 

«El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré  en  el  último  día. Mi carne  es  verdadera comida, y  mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.»

 

Meditación: El Corazón de Jesús en la Eucaristía

 

En primer lugar deseamos que por medio de una participación más intensa en el Sacramento del altar sea honrado el Corazón de Jesús, cuyo regalo más grande es justamente en la Eucaristía. De hecho, en el sacrificio  eucarístico  se  inmola y se  recibe  a nuestro  Salvador siempre vivo para interceder por nosotros, cuyo Corazón fue abierto por la lanza del soldado y derramó sobre el género humano el torrente de su Sangre preciosa, mezclada con agua; en este excelso Sacramento, además, que es la culminación y centro de los demás sacramentos, se gusta la dulzura espiritual en la misma fuente y se recuerda aquella insigne caridad que Cristo ha demostrado en su pasión; es necesario por tanto que – para usar las palabras de San Juan Damasceno – nos acerquemos a él con deseo ardiente… para que el fuego de nuestro deseo, recibido como si fuera el ardor de una brasa, destruya quemando nuestros pecados e ilumine los corazones y de tal manera en el contacto habitual con el fuego divino nos volvamos ardientes y puros y semejantes a Dios.*32

*32  PABLO VI, Carta Apostólica Investigabiles divitias Christi

 

Acto de confianza

 

R/           ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón  confío  que  proveas  a nuestra  diócesis  y a toda  la  iglesia universal de muchos y santos sacerdotes (u otra petición que se desee). Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso en ti, yo estoy seguro en ti!

 

V/           Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.

R/           Ten misericordia de nosotros.

V/           Jesús, manso y humilde de Corazón.

R/           Haz nuestro corazón semejante al tuyo.