DÍA 3
V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.
Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús
V/ Dominio del Corazón de Jesús.
R/ ¡Sujeta mi corazón!
V/ Dulzura del Corazón de Jesús.
R/ ¡Penetra mi corazón!
V/ Equidad del Corazón de Jesús.
R/ ¡Regla mi corazón!
V/ Sagrado Corazón de Jesús.
R/ En ti confío.
R/ ¡Oh Corazón santísimo! Enséñame el camino que debo tomar para que, olvidado enteramente de mí mismo, llegue a conseguir la pureza de tu amor, cuyo deseo me has infundido.*7
Oración para todos los días
¡Oh Dios!, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.
Lectura bíblica: Os 11, 1- 4
Cuando Israel era joven lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos. Pero era yo quien había criado a Efraím, tomándolos en mis brazos; y no reconocieron que yo los cuidaba.
Meditación: La compasión del Corazón de Jesús ante el pecado del hombre
En el Antiguo Testamento se habla veintiséis veces del corazón de Dios, considerado como el órgano de su voluntad: el hombre es juzgado en referencia al corazón de Dios. A causa del dolor que su corazón siente por los pecados del hombre, Dios decide el diluvio, pero después se conmueve ante la debilidad humana y perdona. Luego hay un pasaje del Antiguo Testamento en el que el tema del corazón de Dios se expresa de manera muy clara: se encuentra en el capítulo 11 del libro del profeta Oseas, donde los primeros versículos describen la dimensión del amor con el que el Señor se dirigió a Israel en el alba de su historia: «Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo».
En realidad, a la incansable predilección divina Israel responde con
indiferencia e incluso con ingratitud. «Cuanto más los llamaba —se ve obligado a constatar el Señor—, más se alejaban de mí». Sin embargo, no abandona a Israel en manos de sus enemigos, pues «mi corazón —dice el Creador del universo— se conmueve en mi interior, y a la vez se estremecen mis entrañas». ¡El corazón de Dios se estremece de compasión! *8
Acto de confianza
R/ ¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti. De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad. A tu Corazón confío que proveas a nuestra diócesis y a toda la iglesia universal de muchos y santos sacerdotes (u otra petición que se desee). Míralo todo y después haz lo que tu Corazón te diga, deja obrar a tu Corazón. ¡Jesús mío, yo cuento contigo, yo me fío de ti, yo descanso en ti, yo estoy seguro en ti!
V/ Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios.
R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Jesús, manso y humilde de Corazón.
R/ Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
*7 Beato Bernardo de Hoyos
*8 BENEDICTO XVI, Homilía en la inauguración del año sacerdotal en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ( 19- VI- 2009)