Oración compuesta por Santa Margarita María al Sagrado Corazón de Jesús
“Introducidme, oh, mi dulce Salvador, en vuestro sagrado Costado y en vuestro Corazón adorable, que es horno ardiente del puro amor, y estaré segura. Espero que me introduciréis, ¡oh, mi Jesús mi Soberano Bien!, Puesto que os amo, no por las recompensas que prometéis a los que os aman, sino puramente por el amor de Vos mismo. Os amo sobre todas las cosas amables; sobre todas las bondades; sobre todas las hermosuras; sobre todo los placeres, y, por último, sobre mí misma y sobre todo lo que está fuera de Vos, protestando, en presencia del cielo y de la tierra, que quiero vivir y morir en vuestro santo amor puro y simple, y que aun cuando por amaros de esta manera debiera ser perseguida, atormentada hasta la muerte, estoy contentísima, y diré siempre con San Pablo: “ No hay criatura alguna que pueda separarme de la caridad del Sagrado Corazón de Jesucristo, a quien amo y quiero amar eternamente. “
Oh, amabilísimo Corazón, Vos sois mi fortaleza, mi apoyo, mi recompensa, mi salvación, mi refugio, mi amor y mi todo. Oh, Corazón de Jesús, Corazón santísimo, Corazón augustísimo, dueño de todos los corazones; os amo, os adoro y os alabo; os doy gracias y soy toda vuestra. Oh, Corazón de amor,permaneced conmigo y en mí, dirigidme, salvadme, cambiadme toda en vos. Oh, Corazón buenísimo, Corazón Sacratísimo, cuya eterna posesión será sin disgusto, antes muy gozosa, y la recompensa de los bienaventurados. ¡Ah!, Que deseable sois y que amable. Oh, Corazón divino, venid, venid a mí o llevadme a Vos. Oh, Corazón altísimo, delicia de la Divinidad. ¡Ay! Yo os saludo desde este destierro donde vivo. Os invoco en mi dolor y os llamo para remedio de mi fragilidad. ¡Ah! Corazón misericordioso, Corazón piadoso y buenísimo de mi Padre y de mi Salvador, no neguéis vuestro socorro a mi indigno corazón. Destruid en mí el reino del pecado y estableced el de la virtud, a fin de que vuestra imagen quede perfectamente acabada, y que algún día sea adorno en vuestro palacio celestial. Así sea.”