Día 3. Vivid del todo abandonados al amor de Nuestro Señor Jesucristo, dejándoos gobernar de su amorosa providencia, sin desear ni rehusar nada.
Día 4. Mantente siempre pronto a hacerlo todo y a sufrirlo todo al menor indicio de la voluntad del Señor, mediante la obediencia que debes prestar a los que en su nombre te dirigen.
Día 5. Mirad siempre a Dios y nunca a las criaturas en todos los acontecimientos: esto os hará recibir de su mano adorable, lo mismo lo dulce que lo amargo, los consuelos igualmente que las mortificaciones, y que le bendigáis por todo.
Día 6. Vuestro pensamiento debe de ser humillaros y llegar a complaceros en que otros os ayuden a ello.
Día 7. El Sagrado Corazon de Jesús quiere que le sirváis y améis constantemente para pagarle de algún modo el amor que os tiene.
Día 8. El Sagrado Corazon quiere que vivas despegado de todo lo que no es Dios, porque quiere ser Él solo tu amigo, tu apoyo, tu placer.
Día 9. Sufrid en silencio y por el amor del amable Corazon de Jesús todas las humillaciones, penas y contradicciones que en lo sucesivo podréis recibir de las criaturas, sin quejaros poco ni mucho; más cuando os ocurran, recibidlas como prendas del divino amor, y sin turbaros, recurrid al amor de vuestro abatimiento.